miércoles. 24.04.2024
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En defensa de la mujer

Ayer 7 de noviembre tuvo lugar en Madrid una multitudinaria manifestación en contra de la violencia machista. Una lacra que hoy día sigue sumando nombres a la cifra de mujeres muertas en manos de algún malnacido. Hoy, como homenaje a todas las víctimas que perecieron en el intento de alcanzar su legítima libertad, y en homenaje también a las mujeres que día a día sufren cualquier tipo de violencia, quiero dedicarles esta columna.

OBDC El show de inocchio (1)

La sociedad española, y por extensión la gaditana, han ido evolucionando y conquistando libertades. Estoy convencido, que ningún iniciado en el carnaval conocerá una copla de Antonio Martín que finalizaba diciendo “y mi Lola me espera sentada en su alcoba como Dios manda”. Cantar esto hoy en el Falla, pese a ser un teatro que aplaude todo, es lógicamente impensable. Pero la realidad fue que aquella copla de Martín emocionó al respetable. El rechazo a este tipo de letras que exigen por ley divina, “como Dios manda” dice el pasodoble, que las mujeres jueguen un rol inferior al varón, es hoy día superlativo en nuestra sociedad y en nuestro carnaval, y eso es lo que me gustaría resaltar con las coplas que cito a continuación.

“Con permiso buenas tardes” un pasodoble que muestra un final horrible para una historia que empezó siendo de amor y que terminó con un brote de locura. Quien tantos años estuvo siendo la víctima se armó de valor y repentinamente mató a su marido.

“Una mujer” pasodoble de la comparsa Simplemente Cádiz, menos conocido para el público en general pero una de mis coplas favoritas en defensa de la mujer y en contra de la sinrazón machista.

“Nombres, quedan sus nombres” un gran pasodoble de la comparsa Los Santos que cita los nombres de tantas y tantas mujeres maltratadas que se quedaron por el camino.

No es ni mucho menos mi intención, resumir o sintetizar toda la defensa que cada año hace el carnaval de la mujer en esta selección de coplas. Es este un homenaje a todas ellas, más allá de los autores y de quienes la cantan. Es en definitiva un grito más de alguien nacido hace ya 20 años, que no entiende a quien aún entiende a la mujer en una posición subordinada al varón y de alguien que desea que la crónica que se narra en la primera de las coplas, se quede solo en eso, en una copla. Que las mujeres están para quererlas y respetarlas. Que ninguna religión puede ni legitima a un hombre para abusar de ella, y ya menos que los europeos permitamos que se haga en este continente. Ojalá muy pronto ya no se sumen más nombres a la lista interminable de mujeres asesinadas por sus parejas, y esperemos que aún más pronto el amor entre dos personas sea libre, sin esposas ni ataduras.

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En defensa de la mujer