Sufrida victoria del San Fernando ante el Jumilla

Francis y Carralero hacen a los azulinos conquistar tres importantes puntos

En un Municipal con escaso ambiente por parte de la parroquia jumillana, Méndez ponía un XI con tres novedades especialmente ofensivas. Francis por Zelu, Espinar por Iván, Carralero por Dani Martínez, por lo que la capitanía pasaba a Sergio Castillo.

El equipo salió a por todas desde que el colegiado catalán Subirats Matamoros señalaba el inicio del encuentro liguero de esta jornada 35. Si bien en otras ocasiones se ha comentado la falta de definición, esta vez la definición aparecía pronto y favorable para los intereses de los azulinos. Tras una primera ocasión tras lanzamiento Regino que atrapaba Seral, al siguiente disparo Francis adelantaba al San Fernando. El sevillano enviaba un duro disparo que se colaba por la escuadra. El electrónico ya reflejaba en el minuto 4 un 0-1 que invitaba al optimismo.

El pichichi del equipo, Fernando Carralero, empujaba dentro una jugada combinativa encabezada por Lolo Garrido y Espinar. No perdonaba el zurdo isleño y consolidaba un inicio de ensueño. Precisamente dos de las novedades eran los autores de los goles. ¡ Hay cambios que sientan bien!

Dos goles en ocho minutos… ni en los mejores sueños. El conjunto vinícola intentaba espabilar de la pesadilla, pero no encontraba grandes ideas para hacer cosquillas a Salva ni a la zaga defensiva. De hecho aproximadamente en el minuto 25 llegaba la primera oportunidad local con un chut de Quaye a la derecha de Salva. Poca bagaje.

Los de Méndez habían comenzado a una velocidad de vértigo y con una marcha (o dos) más que los de Pichi Lucas. A cada intentona local, una réplica mortal visitante. Ya en el meridiano de la primera mitad, los jumillanos se aproximaban a través de balones parados a las inmediaciones que venía a demostrar la seguridad del equipo. El conjunto isleño comenzaba a reducir marcha y a jugar más reposado, pero también más inteligentemente. Los mandos del control son propiedad SFCD.

A punto estuvo Espinar de rascar algo en un pase atrás de Carralero, pero se anticipaba Robles. En el saque de esquina posterior, Francis disparaba a las manos de Seral. En la jugada que le seguía Fran Moreno probaba fortuna pero su balón acaba en saque de esquina. En la recta final sí generaron algo de peligro los vinícolas. A vestuarios se llegó con un esperanzador 0-2.

A la vuelta de él, dos caras nuevas por parte murciana: Romero por Albiol y Manolo por Quaye. El Jumilla salía con otra cara, la cara del orgullo herido, y comenzaba apretando. Es el momento S,  no de Supermán, sino de Salva.

En el 51’ Espinar la tuvo, al cortar un pase en defensa, pero no sacaba renta al error. Tres minutos más tarde (54’) Chirri recortaba distancias al soltar un chut raso y pegado a la cepa del palo (1-2). Son momentos de tremendo agobio para los de La Isla. Al Jumilla le ha dado otro aire los dos de refresco.

El partido se pone de infarto. El propio Santo Job se hubiera tomado una taza de tila. El San Fernando vive de sus contras semimortales la mayoría de ellas lideradas por Carralero. Sin embargo, cuando se asomaba por el área el Jumilla, generaba muchas situaciones inquietantes. Los mandos del control del partido han cambiado de dueño. En ese guion los de Méndez son felices.

En el 71’ Salva salva (viva la redundancia) un remate de Robles tras un córner. A continuación Carra sobre Francis que no acertaba a culminar. Ocasiones para Manolo y Fran Moreno que ponían a prueba el sistema cardiovascular de los azulinos que no perdían en ningún momento la cara al encuentro, como por ejemplo en un remate por encima del travesaño de Zelu (que había entrada por Carralero) en una contra comandada por Gerrit (que había entrado por Galindo en sus primeros minutos tras la lesión).

Cualquier jugada, cualquier situación, podía suponer la pérdida de puntos vitales para la permanencia. Susto con la falta directa lanzada por Chirri y atajada por un siempre-bien-colocado Salva de la Cruz.

El alargue de cuatro minutos traía consigo un lanzamiento lejano de Lolo Garrido y una ocasión del central local Neftalí… pero toda bonita historia al final del partido se puso el cartel de final feliz.

Tres puntos de oro y diamantes. El equipo ya suma 43 puntos. Este equipo está construido por grandes guerreros que no se rinden jamás y que pelean hasta el último segundo.

El domingo a las 19.30 llega la Balompédica Linense. Otra final más. Tres puntos más que ya podría certificar la permanencia.

Atentos a la iniciativa del club. Esta vez sí que tiene que estallar el estadio.