viernes. 29.03.2024

El sector del mármol en Chiclana, pendiente de un hilo

La crisis originada por la silicosis pone en jaque a un gremio que en su día contó con 24 empresas y 700 trabajadores

El sector del mármol daba trabajo en Chiclana hace 10 años a unas 700 personas. Hoy si esa cifra llega a 25 es un puro milagro. Un sector que en la ciudad siempre fue una referencia regional y nacional pende de un hilo. La aparición de la silicosis, una enfermedad derivada del trabajo directo con mármoles compuestos por conglomerado de cuarzo, está haciendo estragos, no ya sólo por cómo está afectando entre los trabajadores y los mismos empresarios por el contacto directo, sino los efectos que la ley está teniendo sobre las propias empresas: sanciones, pago de recargos y múltiples problemas legales. En definitiva, que la marmolería en Chiclana puede tener sus días contados.

Manuel Barbosa lleva en el negocio del mármol desde hace 25 años. Como él mismo afirma, "no soy empresario de traje y Mercedes, yo siempre he estado en mi taller, trabajando el mármol y todo lo que he ganado ha ido principalmente a dotar a mi negocio de la mejor maquinaria". No ha devuelto una factura y ha llegado a tener a más de 30 personas trabajando.

El primer afectado por la silicosis de Chiclana fue diagnosticado en 2009. Hubo un segundo y un tercero, un empresario, que se quitó la vida nada más conocer la situación que podía venírsele encima, explica Barbosa.

"Cuando conocimos la situación nos extrañó, porque la silicosis es una enfermedad propia de las canteras. En Chiclana el trabajo del mármol se hace desde hace muchos años pero nunca un marmolista de los antiguos se había visto afectado", matiza.

El antes y el después de la aparición de esta enfermedad se llama, según el empresario, el conglomerado de cuarzo. Una conocida empresa del levante andaluz comenzó a trabajarlo y venderlo bajo una popular marca comercial que llegó patrocinar a deportistas como Fernando Alonso.

"Entonces nos pusimos todos los marmolistas en alerta, acudimos a los servicios de prevención para que nos dijeran qué hacer, pues nadie nos avisó de nada cuando empezamos a trabajar con este material, nos cogió a todos de imprevisto y todo cambió, comenzaron a aplicarnos sanciones y se nos persiguió a los empresarios marmolistas, buscando culpables. Chiclana fue como la punta del iceberg, fue donde se empezó a mostrar la silicosis por el trabajo con el conglomerado de cuarzo, luego llegaron el resto de casos. Con vistas a poder solucionar nuestros problemas, el gremio se unió bajo una federación, Fedesmar", relata Manuel Barbosa.

El conglomerado de cuarzo contiene una sustancia denominada cristobalita, y trabajar con ella supone para los marmolistas algo muy parecido al caso de los albañiles con el amianto o uralita. La enfermedad se manifiesta años después de estar en contacto con la sustancia.

Chiclana llegó a contar con 24 empresas del mármol y hoy apenas hay cuatro. Una de ellas, que fue la gran referencia, sólo la trabajan los dos dueños. Manuel Barbosa asegura que están muy asustado, pues dejar de trabajar este producto "no es nada fácil. Sigue habiendo mucha demanda, el fabricante gratifica a los vendedores. Nosotros por lo menos tratamos de que los particulares que vienen directamente a comprarnos, no se lo lleven", añade.

Los culpables

Manuel constata que cuando comenzaron a trabajar con los mármoles de conglomerado de cuarzo hace 20 años "nadie nos dijo nada , ningún servicio de prevención alertó. En cambio, en cuanto empezaron a aparecer los casos de silicosis, empezaron nuestros problemas: las sanciones, los recargos de prestaciones y las demandas de los trabajadores", puntualiza.

Ya hay sentencias en firme donde se está pidiendo a los empresarios 170.000 euros y algunos empresarios se enfrentan a penas de cárcel.

"Estamos desesperados, pasamos un auténtico calvario, no sabemos que hacer. Pensamos en cerrar, pero tras la crisis no tenemos dinero para pagar los despidos que ello supondría", comenta una trabajadora de la empresa de Manuel, que ha preferido por no dar su nombre.

Barbosa incide en la ayuda que empresas de comunidades como Galicia o País Vasco tienen, donde las responsabilidades están cayendo en los fabricantes o en los servicios de prevención. "Nos gustaría saber quién permitió que este material pudiera venderse, pues el Ministerio de Industria o alguien debía conocer su ficha de seguridad, pero nadie nos dijo nunca nada, entonces trabajamos engañados, pues en Chiclana, de unos 120 casos de silicosis que hay ya diagnosticados, unos 10 o 15 son empresarios. Yo en mi caso puedo estar afectado, pero no me hago las pruebas, pues dada mi situación personal sería mi ruina", sentencia.

Y es que para Manuel los empresarios marmolistas son "víctimas dobles, además de enfermos estamos arruinados. Nos meten recargos de prestaciones de entre 70.000 y 100.000 euros, un trabajador se te puede poner en 300.000 euros y a pagarlos en 30 días, ¿de dónde sacamos el dinero? Yo tengo toda la maquinaria de mi empresa y mi patrimonio embargado, no puedo tener nada a mi nombre. Es una situación horrible, pues además se han llegado a romper amistades. Tengo casos de trabajadores que me llegaron tras estar 15 años en otra marmolería y fueron diagnosticados nada más llegar a mi empresa, por lo que me demandan a mi, ya que la anterior empresa como no existe, no se presenta. Son gente que conoces y haces amistad, trabajas con ellos y ahora nos vemos por la calle y ni nos miramos".

Ante la grave y delicada situación de un sector que ha destruido empleo en cifras récord debido a este problema, los marmolistas de Chiclana quieren iniciar una campaña de concienciación para que los comercios a los que surten no vendan productos con conglomerado de cuarzo. "Si este material produce la silicosis no debería venderse, estás ya hay alternativas. Nosotros queremos luchar para que se retire del mercado y que los marmolistas no seamos los culpables de un problema que no hemos creado", finaliza.

Puntos de vista

Andrés Galván es marmolista desde hace 22 años. Manifiesta sentirse muy asustado ante la situación pues cree que el sector y el trabajo "se van al traste". Andrés asegura no dar crédito a que se ataque a las empresas marmolistas y no al fabricante, tampoco a los servicios de prevención "que nunca nos advirtieron de nada".

Otra trabajadora de la empresa Mármoles Barbosa, que prefirió no dar su nombre, hace un llamamiento a proteger un sector "vital en la economía de Chiclana. El mármol  en Chiclana no sólo ha creado muchos puestos de trabajo, sino que ha sido un sector de referencia en toda Andalucía y España. Tenemos que luchar por mantenernos y hacer ver que hay que dejar de trabajar con los conglomerado de cuarzo", concluyó.

El sector del mármol en Chiclana, pendiente de un hilo